martes, 30 de junio de 2015

La Mente del Estratega Kenichi Ohmae




La Mente del Estratega Kenichi Ohmae (2004),  es una obra basada en el pensamiento estratégico; en la misma, encontramos los siguientes aspectos:
·         Al igual que el libro “Teoría Z”, éste se basa directamente en valores derivados de la cultura y la sociedad japonesa. 
·         Un aspecto interesante que resalta el autor es la inexistencia de escuelas de administración, lo cual destaca lo referido al origen de los administradores/gerentes de las organizaciones niponas. En primera instancia, son trabajadores que se iniciaron en los más bajos cargos de la empresa y paulatinamente fueron ascendiendo (de manera natural no jerárquica) en las escalas gerenciales de la empresa, poseen una visión estratégica intuitiva de todos los elementos básicos de su entorno: la compañía, los clientes y la competencia. La clave de los procesos gerenciales que diseñan es su gran agudeza y perspicacia, que parecieran tener poco peso analítico, e ir en contra del status quo, aunado a su gran visión creativa.
·         Otro de los focos de la propuesta del autor recae en el enorme poder que le asigna a la creatividad, la inspiración y al poder mental, los cuales permiten una nueva visión del entorno (con visión en el futuro) que permite poder diseñar estrategias gerenciales exitosas.
·         Al contrario de la Teoria Z, Ohmae puntualiza que su visión puede trasladarse a cualquier entorno empresarial del planeta. “Creo firmemente que cuando todos los elementos necesarios están presentes –sensibilidad, volumen, y receptividad- puede educárseles mediante el ejemplo, la dirección y el condicionamiento. En pocas palabras, la creatividad no puede enseñarse, pero sí puede aprenderse.
·         Las tres fundamentaciones básicas que deberían dirigir una visión creativa de negocios se basan en la tres ˂˂R˃˃ Realidad, receptividad y recursos. Realidad, a diferencia de los científicos o de los artistas creativos, los estrategas de negocios siempre deben ser conscientes sus clientes, la competencia y el campo de incumbencia de la empresa. Receptividad, considerada como oportunidad, de acuerdo con el autor un gran número de estrategias fallan, no porque sean prematuras sino porque llegan con retraso. Recursos, pareciera ser una consideración obvia, pero en muchos casos, en especial en el campo de la diversificación, tan en boga hoy en día son muchos los fracasos relacionados con la escasa consideración de este punto.

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